En este tiempo que he vivido en mis amigas me he percatado que somos completamente diferentes, y como claro ejemplo están nuestros cuartos.
Representamos todos los niveles de limpieza respecto a los cuartos. Tendré que decir que mi cuarto no es ni el más limpio pero tampoco el más sucio o desordenado. Pero entre nosotras hay un caso especial, que si han visto el programa de acumuladores, entenderán de que hablo. El cuarto de mi amiga es algo sorprendente y único.
Por mi parte es algo que no me sorprende, ya que, ya lo había experimentado, pero hay amigos que llegan al departamento y por casualidad les toca verlo y lo mejor de eso es su expresión, aunque algo que mejora la experiencia es la actitud de mi amiga de "me vale madre".
El viernes le limpiaron el cuarto y las fotos del antes y después son sorprendentes, son dos cuartos totalmente diferentes.
Después de ver el cambio, las demás pensamos en apostar en cuantos días tardaría en volver el cuarto al mismo estado, como mínimo le dimos tres días, no habían pasado ni 24 horas cuando, el cuarto estaba transformándose en lo que era.
Bises
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